Nunca una revolución fue tan  SCOUT

Artículo de Alberto Vela, Vieja gloria. 

Greta Thunberg tiene 16 años recién cumplidos, hace dos años cayó en una depresión, dejó de hablar y perdió 10 kilos. Le diagnosticaron Síndrome de Asperger, una condición que de alguna manera te aísla del juego social y te convierte en una persona callada, distante, que solo habla cuando cree que tiene algo realmente importante que decir. Hace unos meses esa chica sueca decidió hacer dejar de ir a clase los viernes y plantarse a las puertas del parlamento de Estocolmo con una pancarta que reclamaba acción política urgente contra el cambio climático. Y es que el informe IPCC de la ONU nos da hasta 2030 para deducir las emisiones de gases invernadero y así frenar el calentamiento global, si no lo hacemos a partir de 2030 el cambio climático será irreversible. Nos encontramos ante una emergencia climática gravísima. 

Los profesores de Greta intentaron convencerla para que dejara su huelga escolar, animandola a estudiar para ser científica medioambiental de mayor y así poder frenar el cambio climático. Algunos adultos pensaban que Greta estaba obsesionada con la crisis climática debido a su condición de autista, quienes ven todo blanco o negro. Pero Greta tenía razón en su obstinación: las instituciones no están tomando medidas contundentes contra las emisiones de CO2, y pese al Acuerdo de París, estas siguen creciendo, calentando la Tierra y empujándonos hacia una catástrofe ambiental y social sin parangones. Greta tiene razón cuando le dice a sus profesores que de qué le sirve ir a clase y estudiar si en 2030 ya habrá sido demasiado tarde. El futuro de Greta y el de toda su generación está desapareciendo ante sus propias narices, ante la pasividad de los adultos y los políticos.

Pronto, muchos compañeros de Greta empezaron a captar el mensaje de que eran la última generación capaz de salvar el planeta, y se unieron a su huelga ante el parlamento sueco todos los viernes. El movimiento empezó a correr como la pólvora entre todos los jóvenes de Europa y 'Friday For Future' se convirtió en un clamor en casi todas las ciudades del viejo continente. Mismamente en Bruselas, donde ahora estoy viviendo, la semana pasada salieron a la calle 70.000 estudiantes, que no solo paralizaron el curso escolar, sino que consiguieron hacer caer a la ministra de medioambiente belga por unas desafortunadas declaraciones contra el movimiento. A estos chicos no hay quien les pare y tienen un referente absoluto: Greta Thunberg, a quién os invito a escuchar en esta intervención que hizo en la Conferencia Mundial contra el Cambio Climático de Katowice: 

Efectivamente, Greta habla cuando cree que es estrictamente necesario, y qué poderío, nada menos que ante las naciones más poderosas del planeta. Sobre el cambio climático está todo escrito, se sabe cual es el camino, la subida de 2ºC de la temperatura global del planeta será catastrófica, hay que poner todo los esfuerzos y prioridades en que no supere el 1,5%, hacer una profunda transición energética y ecológica, ya que nuestro sistema productivo y globalizado es el gran responsable de la catástrofe ecológica y social que vivimos. Los estudios, el debate y las soluciones ya están sobre la mesa desde hace años, corroborados en el Tratado de París contra el Cambio Climático ¿entonces que queda por hacer? Queda la acción, lo que Greta empezó haciendo sola frente a sus representantes, hay que exigir a nuestros políticos acción inmediata, poner una transición ecológica justa en el centro de las prioridades, porque no hay tiempo.

Podría hablar de las leyes scouts, de la última encíclica del Papa sobre el cambio climático... pero se que no hace falta. Llevamos años llevando esta lucha en nuestro ADN, somos una herramienta real de transformación de la sociedad, luchamos por un mundo más justo y sostenible, y lo hacemos a cambio de nada. Nunca antes en la calle hubo un movimiento social que fuera tan scout, nunca antes fue tan oportuno mostrar la pañoleta ante las cámaras de televisión. El 15 de Marzo (viernes) Greta ha convocado una huelga mundial de todos los jóvenes del mundo, se trata de un convocatoria masiva para exigir que los políticos cumplan con el acuerdo de París. A nuestros padres les decían que pensaran en el futuro que iban a dejar a sus hijos, esta consigna no nos vale a nosotros, porque es nuestro presente, nuestro proyecto de vida. Movilicémonos ahora o dejemos al San Pablo morir después, porque no os quepa duda que los españoles seremos los primeros refugiados climáticos de Europa.

La sociedad tiene una fuerza increíble para cambiar las cosas. Lo que no sabemos es si lo hará, ni cuándo. Pero puede pasar. Solo hay que actuar. Atrevámonos a imaginar una revolución, la de un mundo más scout.

Un abrazo a todos y largas lunas.

Alberto vela